martes, 13 de febrero de 2018

La asombrosa conversión de la ciudad de Potosí



"Es asombroso que la historia de Potosí (Bolivia) sea tan poco conocida en el mundo entero.
Tal parece que, el mismo infierno se ha esforzado por borrar su nefasta historia, para que las consecuencias de su maldad puedan seguir transmitiéndose de generación en generación sin que sea notado." (Fernando Orihuela)

Un poco de historia
Corría el año 1535 cuando la situación en España
se debatía en luchas internas. El Alto Perú y norte de
Argentina, aún eran territorio incógnito. Años atrás cuenta
la historia - uno de los últimos descendientes
de los reyes incas - Huaina Capac, fue informado del
descubrimiento de una fantástica montaña, la cual se
distinguía porque guardaba en su seno, un tesoro
extraordinario de plata de una calidad muy poco
común. Alrededor del 1545, el capitán Juan de
Villarroel y otros españoles, lo descubren y empiezan
el proceso de explotación.
A partir de abril de ese año, Potosí se convierte en
un importante "asiento de minas". Gracias a la plata,
comenzó su vertiginoso crecimiento, convirtiéndose
en 1650 en la ciudad más grande de América y para
1650 superaba en habitantes a las ciudades de
Londres y París.
Su influencia era conocida por casi todo Europa.
La riqueza extraída del cerro, resultaba un imán para
mucha gente. Como ejemplo el escritor argentino
Raúl Molino, en su libro "Historia del Río de la Plata", la
llamó la meca del comercio español en aquel
período"

El precio de la explotación
¿Cómo fue posible tan tremenda explotación?
¿Cuál fue el precio que se pagó para enviar tan
tremenda cantidad de riqueza a la Península Ibérica?
La producción de la plata la hicieron los mitayos
(nombre con el que se conocía a los mineros),
pagando un precio muy alto. Algunos historiadores
han llegado a estimar que doce millones de hombres
murieron en esa parte de América, como consecuencia del proceso de explotación de la plata, en algo más de 350 años. Tan destructivo era el modo de trabajo que la población mermaba con facilidad y era tanta la explotación que se necesitó traer a miles de esclavos africanos, pero dada la altura geográfica y el tremendo frío, éstos no podían sobrevivir por más de un año.

La hoja sagrada
Lo ciudad de Potosí se encuentra a 4.017 m.s.n.m.
para poder trabajar sobre esa altura, en las minas, los
campesinos (o mitayos) fueron sometidos al "acullico"
[masticación) de las hojas de coca, como uno formo
de drogadicción. Esta ya era una práctica incaica. Al
llegar los españoles a América y descubrir sus
cualidades, la introdujeron como parte vital del
proceso de explotación, ya que su consumo
reemplazaba la alimentación, eliminaba el espíritu
de lucha y hacía a los hombres poco menos que unas
móquinas de fuerza y pulmón. Cada uno de ellos
podía trabajar cerca de 36 horas continuas, sin
necesidad de comer o dormir. Sin embargo al final de
unos pocos meses, el resultado era trágico; hombres
famélicos, desnutridos, con los pulmones consumidos
por los ácidos que respiraban de la mina y que veían
en el alcohol una forma de escapar de su sufrimiento.
Hasta entrado el siglo 21, Potosí se caracterizaba por
ser la única ciudad de Bolivia con un índice de
crecimiento negativo y por tener una esperanza de
vida que no superaba los 47 años. Después que
terminó la "fiebre de Ja plata" la ciudad quedó en
una situación desoladora. Su antigua gloria
desapareció y el lugar de donde salió riqueza para Europa, que labró muchas formas de vida en el continente entero. Simplemente desapareció.

Hechicerías y oscuridad...
Una de las practicas que aparecen en las minas
del Altiplano Boliviano es el culto al "Tío". El Tío es una
representación del Diablo a quien se le rinde sacrificios
y ofrendas con frecuencia. La razón es simple, se cree
que el diablo, es el dueño de las riquezas de la mina y
la única autoridad. Esta fuerte creencia ha
contaminado toda estructura de fe en la ciudad de
Potosí y en otras ciudades cercanas. Lo Iglesia
cristiana, lamentablemente, no había experimentado
un crecimiento consistente en esas regiones en más
de cien años de predicación. En esta ciudad se
manifiestan características típicas de aquellas que
han sido entregadas a lo idolatría, incredulidad,
indiferencia, ocultismo, pobreza. Se encontraron
fortalezas espirituales que gobernaban todo lo ciudad
y la masonería también ha dejado su influencia en
toda la estructura. Todo esto es sólo una muestra de lo
tremendo del problema.


Entra en acción el apostolado: inicios
Para 1995, cuando conocí la ciudad, pude verificar
algunos aspectos muy llamativos. En la ciudad de
Potosí era muy difícil esperar tener impacto espiritual,
o establecer cualquier forma de guerra espiritual o
liberación grupal. Mi propia experiencia me hizo
percibir lo que cuesta poder ministrar liberación a
alguna persona en eso ciudad. Se podía sentir la
opresión y el control demoníaco en todo ello. Las
iglesias eran pequeñas y con muy pocas conversiones
al año. La autoridad e influencia de la iglesia católica
era muy visible y la poca actividad económica de la
ciudad seguía dependiendo del colosal cerro de
plata, lejos ya de las glorias del pasado.
El liderazgo de la iglesia se encontraba muy dividido
y era muy difícil hablar de trabajar juntos a largo
plazo. Estando en un tiempo de intercesión, nuestro
equipo recibió que Potosí era un altar de sangre
(probablemente uno de los mas altos de la tierra) y
con toda seguridad, el altar con el mayor número de
vidas sacrificadas.
Nuestra primera tarea fue intentar reunir al liderazgo
de la ciudad. Con la ayuda del Señor y un par de
pastores amigos, logramos la primera reunión donde
les planteamos la visión de poder evangelizar la
ciudad. De las 95 iglesias, estuvieron presentes como
90, fue todo un éxito. Después de tomar la Santa Cena
empezamos a planificar lo que sería la más grande
movilización de la iglesia hasta donde teníamos
memoria. La fecha establecida para el evento fue mayo del 2001.

Contactos divinos
Si bien todo este trabajo nos llevó cerca de cinco
años (y muchos momentos de quebranto), los últimos
meses previos fueron muy intensos. Es en enero de ese
año que Dios me permite conocer a la hermana Ana
Méndez Ferrell. Ambos éramos invitados a un evento
en la ciudad de Denver, CO. Dios me dio la gracia de
poder transmitirle la visión que yo tenía en cuanto a la
importancia de esta ciudad, para mi nación y para el
resto del mundo. Después de una larga conversación
ella sintió en su espíritu el aceptar nuestra invitación y
participar en la toma de Potosí. Otra de las personas
que logro contactar es al hermano Héctor Torres,
querido amigo y conocido escritor y conferencista.
La estrategia era sencilla. El evangelismo sería una
actividad de una semana, abierta a toda la iglesia y
publicitada masivamente. Queríamos impactar los
cerca de 25.500 hogares, visitándolos uno a uno. Lo
otro era la "toma espiritual", el "atar al hombre fuerte".
Esto se haría una semana antes; sería un evento
cerrado, y con la participación de algo más de 70
intercesores.

El velo se corre
Viajamos casi cada mes y medio y literalmente
recorrimos toda la ciudad, durante 60 meses,
haciendo mapeo espiritual, visitando cada museo e
iglesia, entrando a las minas y buscando todo rastro
posible del "culpable" espiritual de todo ese desastre.
A pesar de eso, si usted me preguntaba: Quién era el
hombre fuerte de Potosí, yo no sabría que responderle.
Apenas Ana Méndez Ferrell llega a Potosí, nos
convoca a un reducido número de personas a una
reunión. Después de algunos pequeños comentarios
entramos en un tiempo de intercesión muy especial.
Debo reconocer que no estaba preparado para lo
que me esperaba; por cerca de tres horas el Señor
nos permitió tener una experiencia como nunca antes
había tenido. Aparecieron en medio nuestro, ángeles
y nos llevaron a "lugares" espirituales donde la ciudad
"estaba cautiva". Una cosa ciertamente es "conocer"
la Biblia y salir de dudas respecto a algún lugar o
región con la ayuda de un diccionario. Todo esto lo

sabía hacer muy bien gracias a mi formación como teólogo; pero otra cosa es "estar" en esos lugares
espirituales y "verlos" cara a cara. 

Conociendo a la "reina del cielo"
La reina del cielo, en la forma de un gran dragón
era la carcelera de la ciudad. El pasado y el presente
se confundían en imágenes que eran una mezcla de
experiencias videnciales y extáticas. Cuánto dolor,
cuánto daño se había cometido contra la tierra y
contra la ciudad. La creación "gemía" por ser
liberada. En qué formas más terribles ataba la sangre
al dolor y la iniquidad. Ángeles venían en nuestra
ayuda, cadenas eran quebradas, pactos eran
destruidos. Como dijo el apóstol: "... si en el cuerpo o
fuera de él, no lo se...."; Simplemente se que "ví" y que
lo que "ví" era real.
Estando en este tiempo de intercesión, pudimos
entender que el espíritu de la reina del cielo había
tomado la sangre de esos millones de seres muertos
en las minas para establecer un trono en uno de los
lugares más altos del mundo. Esto le daba una
singularidad muy interesante ya que este trono
contaba con dos elementos muy poderosos
espiritualmente: El estar en un lugar muy alto (cerca
de los 5.300 ms.n.m.) y el haber derramado la sangre
de estas victimas casi de una forma ritual.
Los guardianes de ese espíritu son normalmente:
Mammón (la riqueza) y la muerte. Estos dos gobiernos
espirituales, se habían manifestado abiertamente
sobre la ciudad, esto era evidente.
Estando en medio de esta intercesión en el espíritu,
los ángeles de Dios se manifestaron y junto con nuestra
ayuda se hicieron cargo del dragón y de sus
guardianes. Luego, el Espíritu nos guió a restaurar la
ciudad y la tierra. Oramos para que la sangre de
Cristo cubriera tanta sangre derramada y que el dolor
generacional fuera sanado.
En un momento determinado el Señor nos lleva a
sacar a Potosí de cautiverios de olvido, cárceles
espirituales espantosas que apresaron la ciudad por
generaciones; liberamos las riquezas de la nación
(maravillosamente meses después se descubren
yacimientos de gas inmensos en nuestro país) y las
condujimos a "lugares espaciosos". Al "liberar" las
riquezas sobre esta pobre ciudad y sobre el resto del
país, la instrucción precisa era que esa riqueza fuera
derramada sobre los "justos".
En esa singular experiencia participamos cinco
personas. Al finalizar estas primeras tres horas, nos
reunimos para anotar cada cosa que habíamos visto.
Por la noche tuvimos otro tiempo similar. Y después,
una tercera intercesión. En cada una de ellas algo se
rompía y al terminar, señales en el cielo se hacían
presentes.
El Espíritu de Dios nos mostró los espíritus de
ocultismo que operaban sobre la ciudad. En forma
de un gran simio, este espíritu soltaba encantamientos
sobre los habitantes y los dejaba cautivos a los poderes
de la oscuridad. Igual que en el caso anterior, los
ángeles de Dios nos ayudaron a apresar y a quebrar
su influencia sobre los aires del lugar y abrimos las
prisiones en que la gente estaba cautiva. Fue hermoso
verlos salir de esas prisiones, después de tantos años
de opresión.

Las puertas de la cárcel son abiertas
Al terminar la última de las intercesiones algo
asombroso sucedió. La gente empezó a convertirse
sola, una a una, a veces en grupo se acercaban a
nuestro equipo pidiendo oración y conocer al Señor.
Una comunidad entera de campesinos pidió ser
visitado por alguien ya que todos los comunarios
habían recibido a Jesús en su corazón. La movilización
evangelística empezó. Más de 400 evangelistas fueron
enviados a las calles, para visitar los hogares. Grupos
de evangelismo trabajaban con música, teatro,
películas en las plazas de la ciudad, reuniones masivas
en cines y teatros, atención médica gratuita; Dios
estaba visitando Potosí.
En algo más de 10 días de evangelismo, se recibió
la notificación de 40.790 decisiones por Cristo. Algo
nunca visto. Apenas el segundo día de evangelismo,
se agotaron las 17.000 boletas de decisión que el
equipo de pastores de la ciudad había preparado. La
gente recibía al Señor aún pasada la media noche,
en medio de un crudo invierno, con más de 11 grados
centígrados bajo cero.
Todos los reclusos de la cárcel (física) recibieron al
Señor, autoridades de la ciudad, estudiantes, niños,
miles de niños.
Potosí, espiritualmente, estaba en cautiverios
espantosos. Gracias a la guía del Espíritu Santo, fue
sacado de esas regiones y automáticamente la gente
vino a Jesús. Tan simple como eso.

Consecuencias posteriores
Tres meses después de la toma, el Presidente de la
Nación presenta su renuncia, pocos meses después
moriría aquejado por una enfermedad terminal.
Junto con él desaparecen de escena los tres partidos
políticos más influyentes de los últimos cincuenta años.
La explicación del Señor fue muy sencilla: "Cayó el
gobierno invisible, cae el gobierno visible".
En el lapso de tres años, Potosí consigue el segundo
lugar en proyección económica e inversiones. Se
hace visible un desarrollo urbano. Aún el equipo de
fútbol local consigue por primera vez en su historia un
lugar en la famosa copa Libertadores de América.
Los pastores de la ciudad continúan orando juntos
con frecuencia, haciendo hermosas caminatas de
oración. Se ha prohibido mediante ley el empleo de
niños en el trabajo de las minas, ¡Gloria a Dios! El
Señor está haciendo algo allí. Ciertamente Potosí
requiere aún mucha oración y mucha ayuda, pero
una cosa es innegable: se ha iniciado una
transformación visible de la comunidad.
¿Nacerá una nación en un día?, preguntaba el
profeta. ¡Sí, es posible! lo declaro yo, porque yo mismo
lo ví.


Fuente:
Regiones de cautividad / Ana Méndez
Nota: La exposición de publicaciones aquí no implica que compartamos todo el paquete doctrinal o acciones posteriores o futuras de los autores. Nos ha gustado esta historia real de perseverancia y trabajo en pro de Cristo.

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