Efesios 4:22 Cómo despojarse del viejo hombre

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"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad." (Efesios 4:22-24)

El viejo hombre es ese conglomerado de pensamientos y acciones que propagan la destrucción y obstruyen la luz, lo llamaremos naturaleza inferior. Es una corteza muerta de cosas caducadas que luchan por la supervivencia y que el diablo no dejará de cuidar que no se vaya. S.R.

Aunque en un momento hayas logrado obtener una victoria sobre tu naturaleza inferior, esto no significa que hayas triunfado definitivamente. 
Es por ejemplo como para un país que ha conseguido expulsar a su enemigo: no puede estar seguro de que ese enemigo no renovará sus ataques. 
Porque mientras el vencedor se duerme en los laureles, el vencido intentará la revancha. 
Y lo mismo sucede con vuestra naturaleza inferior. 
Incluso si en ciertas circunstancias habéis logrado vencer algunas de sus manifestaciones –malos pensamientos, malos sentimientos –, nunca podéis estar seguros de haber triunfado definitivamente sobre ella. 
En un momento u otro, puede de nuevo levantarse contra vosotros y derribaros al suelo. 
Pero si permanecéis siempre en contacto con Cristo y con vuestra naturaleza superior, en lugar de ser como un vencedor que nunca está seguro definitivamente de su victoria, tenéis un Socio poderoso con el que podéis siempre contar. 
Y si incluso a veces estáis un poco cansados, Él continuará manteniendo a raya a la naturaleza inferior.

Más citas:
Romanos 6:6
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;

2 Corintios 11:3
Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo.

Efesios 4:17
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente,